Un artículo sobre el mercado automovilístico nacional en China.
El hecho de que China se haya convertido en uno de los mayores mercados consumidores del mundo no ha pasado desapercibido para los principales fabricantes de automóviles. Las principales corporaciones de la industria automotriz confían en el mercado chino para lograr sus ambiciosos planes.
Ahora China es uno de los pocos lugares del mundo donde, después de visitar un concesionario de automóviles, se encontrará con un flujo constante de clientes. La infraestructura automotriz está en auge y pronto llegará el día en que la red de carreteras de China se pondrá al día con la de Estados Unidos.
Hace medio siglo, cuando Estados Unidos estaba en la "edad de oro del auge del automóvil", en las calles de Beijing, los niños pequeños se demoraban en las calles para ver un automóvil raro y respirar vapores de gasolina exóticos. Incluso a principios de los 80 del siglo pasado, los Ladas soviéticos importados o los torpes coches de nuestra propia producción eran una rareza fuera de la capital. Y a pesar de que ahora hay 20 coches por cada 1000 chinos, a modo de comparación, en Estados Unidos esta cifra llega a los 800 coches por cada 1000 personas, el "reino" de las bicicletas se está convirtiendo en una cosa del pasado.
Si en Europa o en los EE. UU. Un automóvil es un medio de transporte, en China un automóvil le informa a la gente sobre su estatus social. El gobierno chino está fomentando la producción de automóviles y está planificando enormes beneficios económicos para el país en el futuro. Después de todo, la industria automotriz tiene un efecto multiplicador muy poderoso en comparación con otros sectores de la economía. El kilometraje de las carreteras del país está creciendo rápidamente. En 2000 había unos 16.000 km de autopistas, en 2010 llegaron a 65.000 km, y en 2017 su longitud llegará a 100.000 km, comparable a la de Estados Unidos. En la actualidad, 48 marcas chinas y 42 internacionales, con base en parte de sus instalaciones de producción en China, pueden producir hasta 2,8 millones de vehículos por año. A mediados de los años 90 del siglo pasado, el gobierno chino esperaba crear dos o tres marcas de automóviles que tenían que seguir el ritmo de gigantes como Toyota o GM. Estos planes se consideraron la mayor amenaza para los fabricantes de automóviles de todo el mundo a principios de la década de 2000. La realidad actual es que las empresas de fabricación de automóviles nacionales representan solo el 30% de las ventas de automóviles de pasajeros en el mercado nacional. Las razones de estas tarifas tan bajas son comunes, las preferencias de los consumidores chinos se dirigen hacia las marcas de automóviles occidentales como Volkswagen, General Motors y BMW. En los últimos 7 años, las empresas automovilísticas chinas han comenzado a cooperar con socios extranjeros en empresas conjuntas. Habiendo aprendido cómo fabricar automóviles al nivel de los estándares internacionales, planearon expulsar a las marcas extranjeras del mercado interno, pero en cambio, las empresas locales se volvieron completamente dependientes de sus socios extranjeros.
A principios de 2013, el mercado nacional de automóviles chino está lleno de automóviles japoneses, europeos, estadounidenses y surcoreanos fabricados en fábricas de empresas conjuntas con socios extranjeros. La participación de las marcas nacionales sigue cayendo y se prevé que alcance el 26% a finales de 2013. En 2012, los analistas de Bernstein para la investigación compraron dos autos de fabricación china bien probados, para probarlos, seguidos de un desmontaje completo del automóvil. Los ingenieros señalaron que, a pesar de algunos avances, China lleva 10 años por detrás de los estándares automotrices más altos del mundo sin asistencia extranjera.
La exportación de automóviles chinos a África y el sudeste asiático crece notablemente cada año. Se espera que la demanda mundial de automóviles chinos aumente en los países de la CEI e incluso en algunos países de Europa occidental. Sin embargo, China, que intenta ponerse al día con la industria automotriz mundial, escatima en la investigación fundamental en esta área y sigue dependiendo de tecnologías extranjeras.
